El ‘scarab worker’ panameño

El investigador Manuel D. Barria es el primer panameño en ser incluido en el Scarab Workers World Directory, herramienta digital de referencia que reconoce la excelencia en el estudio de los insectos. Conozca su historia y proyectos.

Helkin Guevara

hguevara@senacyt.gob.pa

IMAGiNA

Hace falta tener mucha curiosidad y ser un agudo observador, para estudiar el vasto mundo de los insectos. El joven biólogo panameño Manuel D. Barria lo es.

Mucho. Tanto, como para ser reconocido, recientemente, como uno de los mejores especialistas del planeta en escarabajos.

Procedente de Chilibre y egresado de la Universidad de Panamá, Barria, de 26 años, empezó pronto su inmersión en el estudio los escarabajos, específicamente en la superfamilia Scarabaeoidea, una de las más amplias y complejas. Estaba en segundo año de la licenciatura cuando, aconsejado por uno de sus mentores, el Dr. Brett Ratcliffe, referente global de la entomología, decantó su línea de investigación hacia los Scarabaeoideos.

Y hoy, tras siete intensos años de investigación, es autor de un libro científico, trabaja en una segunda obra y es responsable del descubrimiento de, tentativamente, 27 nuevas especies de diferentes géneros de escarabajos en Panamá y varios países del

continente. Algunas especies son nuevos registros para el país y otras son inéditas para la ciencia en general.

Cuatro de las especies ya fueron descritas en revistas científicas y el resto, incluyendo

15 especies que podrían ser endémicas de Panamá, se encuentran en proceso de redacción y de publicación. Antes de finalizar 2023, apunta Barria, están programados varios de los artículos.

Las especies descubiertas por Barria que ya fueron descritas son Chrysina mercedesae, Phyllophaga xenomorphallica, Phyllophaga (Chlaenobia) choco y Phyllophaga clavijobustosi todas integrantes de la gran superfamilia Scarabaeoidea, la especialidad del investigador asociado al Laboratorio de Estudios Biológicos de Artrópodos de la Universidad de Panamá, dirigido por el Dr. Daniel A. Emmen.

Hay que ser extremadamente observador, reitera Barria, para encontrar los rasgos, mayormente escondidos, que pueden distinguir un tipo de escarabajo de otros muy parecidos. “Hay pequeños detalles no siempre a simple vista, que pueden hacer único a un bicho. Luego, debes tener el conocimiento del grupo

o familia a la que puede pertenecer la especie. Saber si se trata de un tipo de insecto del que puede existir información en tu país o si alguien en los países vecinos tiene datos de referencia. Comparas esa información y piensas: ‘parece que tengo algo nuevo aquí’. Entonces tratas de buscar más información para comprobar que, en efecto, se trata de un bicho no registrado hasta ahora en el país o, quizás, en el mundo. Por eso es importante ser observador y también muy curioso”, describe el biólogo.

Directorio de expertos

Decíamos que el dedicado trabajo investigativo de Barria con los escarabajos en Panamá cuenta con reconocimiento internacional. Resulta que, a inicios de año, fue incluido en el Scarab Workers World Directory que gestiona la Universidad de Nebraska, Estados Unidos, el equivalente a las “páginas amarillas mundiales” de los especialistas en el estudio de los escarabajos.

El directorio digital brinda los datos de los mejores especialistas del mundo en escarabajos de la superfamilia Scarabaeoidea y de sus investigaciones, facilita la comunicación entre los estudiosos de las especies de escarabajos

y ayuda a la identificación de recursos e informaciones relacionadas con estos insectos. Barria es el primer panameño en el directorio online.

“Logré ser ingresado al directorio global de especialistas luego de presentar los resultados de las investigaciones que he desarrollado sobre Scarabaeoideos, tanto en Panamá como otros trabajos en colaboración con científicos de otros países”, detalla el investigador.

Uno de los principales proyectos que sirvió de base para la postulación de Barria fue el libro de su autoría en el que hace una revisión de 28 especies de escarabajos del género Chrysina en Panamá, Colombia y Ecuador. La obra se titula A Monographic Revision of The Jewel Scarabs Genus Chrysina from Panama, Colombia, and Ecuador (Coleoptera: Scarabaeidae: Rutelinae: Rutelini) y se desprende del proyecto “Efecto de la intervención humana en la diversidad de Scarabaeoideos (Coleoptera: Scarabaeoidea) en los bosques nubosos de Panamá” que Barria desarrolla en estos momentos con fondos de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) tras ganar la Convocatoria Pública de Nuevos Investigadores 2022.

Como proyectos a corto plazo, además de terminar de describir las nuevas especies, Barria trabaja en la investigación que presentará en su maestría y de la que se desprenderá un segundo libro, esta vez sobre las especies de Phyllophaga presentes en Panamá, uno de los géneros más complejos de Scarabaeoideos.

También, para desarrollar el estudio sobre los escarabajos de mayo del género Phyllophaga, Barria realizará una serie de pasantías en instituciones del extranjero donde resguardan colecciones que pueden brindarle una mina de datos, empezando con el Museo de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, a inicios de 2024.

El Museo Canadiense de la Naturaleza, en Canadá; Museo de Historia Natural de Londres, Inglaterra; la Academia de Ciencias de California, en Estados Unidos; y la Colección Estatal de Artrópodos de Florida, también en Estados Unidos, son otras instituciones que han dado luz verde al panameño para desarrollar, próximamente, su investigación

Toda la dedicación y esmero de Barria por conocer más de los escarabajos tiene, por supuesto, su sustento científico. Los insectos cumplen con múltiples funciones ecológicas dentro del equilibrio de la naturaleza, tanto en su etapa adulta como en fase de larvas. Son, por ejemplo, descomponedores o recicladores al consumir hojas, frutos, raíces, madera descompuesta o animales muertos, procesos que ayudan a oxigenar y nutrir el suelo, a promover el crecimiento de nuevas hojas, a eliminar materia orgánica o polinizar plantas; además, los escarabajos forman parte de la dieta de muchas especies de aves y mamíferos.

“La preservación de los bosques nubosos tropicales está cada vez más en riesgo debido a la intervención humana. Sin embargo, nuestro conocimiento sobre el efecto de este impacto en la biodiversidad es limitado. Analizar la variación en diversidad, riqueza, abundancia y endemismo de los Scarabaeoideos en bosques nubosos secundarios, bosques nubosos primarios

servirá para explorar la biodiversidad de estos sitios poco muestreados en el país y las aplicaciones de esta investigación para la conservación de la naturaleza, en especial los bosques nubosos”, explica el investigador.

De hecho, en los estudios de impacto ambiental en Panamá no se incluye a los invertebrados, como si no importaran, prosigue Barría. “Cuando revisas uno de estos estudios, se abordan los casos de los monos, del gato solo, etc., pero ¿y los insectos? Nadie le presta atención a la importancia de los invertebrados, hasta cuando situaciones como el cambio climático nos muestran lo relevante que son las abejas o las mariposas, por ejemplo”, argumenta.

Justamente, el proyecto investigativo que Barria desarrolla con financiamiento de la Senacyt tiene trazado como uno de sus objetivos, poner en relieve el rol de los insectos en nuestros ecosistemas y darle la importancia que merecen.

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