Sobrepeso y obesidad requieren un abordaje integral

La obesidad puede llevar a una persona a sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes, presión arterial alta y algunos tipos de cáncer.

Silvia Mora
smora@senacyt.gob.pa

¿Sabe usted cuál es su índice de masa corporal (IMC)? Divida su peso en kilos entre su altura en metros. Si el valor que le da es entre 18.5 y 24.9, usted tiene un peso saludable. Si el IMC es igual o mayor de 25, usted tiene sobrepeso. Si es igual o mayor de 30, se considera que es una persona obesa; y si el IMC es de 40 o más es obesidad grave.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación

anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Un 80% de las personas con obesidad presentan obesidad abdominal. En mujeres, se habla de obesidad abdominal cuando la cintura abdominal es mayor a 88 cm, en los hombres cuando la cintura abdominal es mayor de 102 cm.

Más allá del aspecto estético, el sobrepeso y la obesidad son importantes factores de riesgo de algunas enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardiovasculares como las cardiopatías coronarias y los accidentes cerebrovasculares; la diabetes y sus trastornos conexos; trastornos osteomusculares como artrosis; e incluso, la obesidad está relacionada con algunos tipos de cáncer, entre ellos los de endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñón y colon. El riesgo de desarrollar estas enfermedades no transmisibles aumenta aunque el sobrepeso sea muy leve, y se agrava a medida que se incrementa el IMC.

La obesidad aumenta la probabilidad de desarrollar acidez estomacal, enfermedad de la vesícula y problemas hepáticos. En las mujeres, puede causar infertilidad y períodos irregulares; y en los hombres, puede provocar disfunción eréctil. Las personas con obesidad son más propensas a tener apnea del sueño, un trastorno potencialmente grave en el que la respiración se detiene y se reanuda en forma repetida durante el sueño.

En Panamá, los informes del Censo de Salud Preventiva de la Caja de Seguro Social destacan que un 46% de la población en el país que supera los 40 años, padece de algún grado de sobrepeso u obesidad. Causas Las causas de la obesidad son múltiples: factores hereditarios, cambios hormonales, malos hábitos de comida (consumo de comida rápida o chatarra, con exceso de grasas saturadas, sodio o azúcares añadidos), un estilo de vida poco activo o sedentario; y no dormir lo suficiente o dormir en exceso.

Básicamente, cuando hay un desequilibrio entre la cantidad de calorías consumidas y las gastadas, el cuerpo almacena el exceso de calorías en forma de grasa. El embarazo normalmente conlleva un aumento de peso, no obstante, para algunas mujeres, es difícil perder el peso ganado, después del nacimiento del bebé, lo que puede contribuir al desarrollo de la obesidad.

En algunos casos, factores psicológicos o emocionales (ansiedad, depresión, traumas, estrés) inducen a las personas a comer en exceso, especialmente, alimentos procesados y no saludables, como una forma de gratificación, para calmarse o manejar su estrés.

Dejar de fumar está asociado con el aumento de peso en el caso de las personas que consumen mayor cantidad de alimentos para hacer frente a la abstinencia. Algunos medicamentos también pueden provocar aumento de peso.

El efecto yo-yo es otra de las causas de la obesidad, se distingue por una pérdida de peso (generalmente con dietas rigurosas no sostenibles en el tiempo) seguida de una recuperación mayor de peso, lo que no solo puede llegar a problemas de obesidad sino de desgaste emocional también.

El Licenciado en nutrición, Carlos Iván Núñez, recalca la importancia de educar al niño sobre la alimentación durante todas las etapas de su vida. “Las guías alimentarias para menores de 2 años nos indican la importancia de no agregar sal y azúcar a las comidas, ni brindar al niño alimentos procesados durante estas etapas iniciales. Otro punto importante es limitar el uso de pantallas y permitir que el niño desarrolle actividades físicas, evitando el sedentarismo. Los padres no deben premiar buenas acciones con alimentos”.

Hay que evitar la abundancia, menciona el Dr. Moisés Chitrit, director del Centro Quirúrgico para el Control de Peso en Panamá. “Cuando un joven de 18 años viene a mi consulta con obesidad, generalmente hay una madre o una abuela que lo hiper-alimentó. Si no convencemos a ese familiar de suspender esa conducta, no podemos hacer mucho por el paciente.

Es importante controlar la calidad y la cantidad de alimentos que se consumen. Si un niño de 5 años es obeso, la posibilidad de ser obeso de adulto es 25%. Si el niño alcanza los 10 años y es obeso, sus posibilidades de ser obeso de adulto suben a 50%”, explica el médico. Debido a las múltiples causas que inciden en el sobrepeso y la obesidad, el abordaje de un paciente con sobrepeso u obesidad debe ser integral y multidisciplinario.

Es importante conocer las causas que han llevado a la persona a tener malos hábitos de alimentación, incluyendo los factores psicológicos y emocionales.

Recomendaciones

• Acuda con un profesional de la nutrición idóneo de manera preventiva, anualmente, sobre todo, aquellas personas que tienen familiares con alguna enfermedad crónica.

• Contemple en el presupuesto familiar la compra de alimentos que satisfagan las necesidades nutricionales de cada miembro de la familia, incluyendo vegetales y frutas.

• Siga un plan de alimentación saludable. Concéntrese en los alimentos ricos en nutrientes y bajos en calorías, como frutas y vegetales. Ingiera alimentos asados o al vapor y bajos en grasas, en lugar de fritos. Evite las grasas saturadas y reduzca el consumo de dulces y alcohol.

• Tome agua (unos dos litros por día aproximadamente) y evite en lo posible las bebidas azucaradas.

• Identifique las situaciones que le provocan comer fuera de control. Es recomendable llevar un diario en el que se escriba todo lo que se come, cuánto se come, cuándo se come, y cuánta hambre se tiene. Esta herramienta sirve para luego de un tiempo ver los patrones de consumo.

• Practique ejercicios con regularidad, al menos 30 minutos al día.

• Para algunos pacientes con obesidad, la cirugía bariátrica es una opción para ayudarles a reducir su peso al ingerir menos alimentos. El paciente debe adherirse a una evaluación nutricional, conductual y de ejercicio junto con la cirugía. En ocasiones se usan, además, medicamentos para controlar sus impulsos de comer ciertos alimentos y evitar que recaigan en la obesidad.

• Tomar un producto para bajar de peso no es sostenible en el tiempo si los hábitos de alimentación no son modificados. Una pérdida de peso muy rápida puede llevar a que la persona tenga deficiencias de nutrientes esenciales, así como poder llegar a padecer una desnutrición.

 “Los productos llamados quemadores de grasa deben tomarse bajo prescripción médica siempre y no deben ser autorecetados, ya que estos, como cualquier otro producto, puede tener efectos secundarios”, afirma el Lic. Núñez.

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